El
servicio al cliente fue
impecable, daba gusto no solo la decoración y la compañía felina sino la actitud con la que fuimos atendidos y eso es
excelencia y
amor por un negocio. Un sitio acogedor, ameno y con un plus de
responsabilidad social.
La verdad es que si quieren pasar un rato lindo, buscar un gatito como compañero de vida, tomarse una taza de té, comer algo rico, leer o relajarse en Reijkiavik, este es el
lugar ideal. Dense la vuelta, vale la pena totalmente, la dirección es Bergstaðastræti 10a. Para más información, click
AQUÍ.